



Es un corto de animación de la productora canadiense “Heliofant” estrenado durante el año 2012. Su naturaleza inquietante, llena de imaginería religiosa y referencias a eventos políticos y sociales de gran magnitud, lo transformaron rápidamente en un video viral en todas las redes sociales.
Se nos presenta un mundo post-apocalíptico, una pandemia de grandes dimensiones en donde, al parecer, todas las culturas continentales se encuentran concentradas en este espacio. Vemos explosiones y derrumbes de gélidas estructuras, mientras la población se encuentra luchando por la paz o pereciendo a la destrucción.
A rasgos generales, es evidente que todo en este corto tiene un significado. Cada elemento plasmado quiere decir “más de lo que vemos”, usando referencias que incluyen pasajes de la Biblia, partidos políticos, personajes emblemáticos de la historia, desastres medioambientales, elementos de culturas orientales u obras de arte clásica, entre otros.
En lo personal, debo decir que me encuentro maravillado por la mezcla de sonido del proyecto, que, por cierto, no usa diálogos, guiándonos solamente con música instrumental que apela directamente al ojo crítico del espectador. Porque finalmente es nuestra misma realidad la que vemos representada en estos 7 minutos y medio, con una ligera exaltación fantástica.
Otro elemento llamativo es la gama de colores bien definida: fría y sombría. En contraste, las puestas de sol son maravillosas, pues, a pesar de los tonos cálidos del sol, seguimos sintiéndonos helados.
En conclusión, es un buen corto, un llamado de atención repleto de simbolismos y que, definitivamente, vale la pena descifrar.